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Si usted está explorando este sitio, seguramente se deberá a su gusto e interés por las plumas fuente o estilográficas, y por temas relacionados, como los bolígrafos y otros instrumentos de escritura, o la caligrafía.

Bienvenido entonces, a este sitio, donde trataré, poco a poco, de compartir mi afición por estos bellos y nobles instrumentos de escritura (modernos o antiguos) y mis experiencias y puntos de vista sobre ellos.

Espero que disfrute leyendo estos textos, y observando estas fotografías, y que este sitio amerite ser agendado entre sus favoritos, para regresar a visitarme, periódicamente.

Muchas gracias por su visita, y lo espero nuevamente!!

Muy Cordialmente,

Dr. D.

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sábado, 13 de octubre de 2012

LAMY 2000. Todo un clásico.

    Debo confesar que, durante muchos años, pasé sin prestarle mayor atención a la Lamy 2000.


 Siempre tuve sentimientos contradictorios sobre esta pluma: no me atraía su diseño, pero la consideraba como un hito en la historia de las estilográficas.
Reconocía sus características tan distintivas y peculiares, pero a decir verdad, me parecía muy poco atractiva estéticamente.





Tengo mucho respeto por los productos Lamy, poseyendo en mi colección varias Safary, y una de mis plumas de esta marca, es muy especial, y una favorita: una "Persona" que me obsequiara mi hijo hace algunos años. Y todos son excelentes productos de gran calidad.

Pero la Lamy 2000... mmm ... pensaba yo que no era para mí!

Así las cosas, sucedió lo que tenía que suceder: hace algunas semanas atrás, visitando una conocida tienda especializada local, me puse a conversar con la vendedora, una verdadera experta, y coleccionista ella misma, y durante la charla, me preguntó si no tenía una Lamy 2000 en mi colección.

- "No"- respondí con toda naturalidad.

Advertí su mirada de sorpresa en su rostro. "¿Cómo es que no tiene una 2000?" -me preguntó.

Y agregó con autoridad: "- Una colección de plumas no puede considerarse completa, si no incluye una Lamy 2000" - y al concluir su terminante frase, se dirigió hacia una vitrina, mientras me preguntaba con rostro serio: "¿Y me puede decir por qué no tiene una Lamy 2000?

Alcancé a balbucear mis explicaciones, y ya estaba la vendedora de regreso, frente a mí, esgrimiendo una flamante Lamy en su mano.

Comenzó a señalarme entonces cada una de sus características, y los distintos detalles constructivos, y me desafió a descubrir cómo se cargaba.

En verdad, jamás había tenido una de estas Lamy en la mano, ni había prestado demasiado atención a las mismas, de manera que no me fue posible hallar la casi invisible junta que separa el extremo del mecanismo a pistón, del cuerpo de Makrolon que posee esta pluma  (un plástico especial de alta resistencia, y particular acabado que lo hace asemejar a una madera exótica).

Debí reconocer que era una obra maestra de acabado, y entonces comencé a mirar a la Lamy con otros ojos. Bueno, decir que para cuando mi vendedora concluyo su discurso de presentación de la 2000, y advertí su admiración personal por ella (teniendo en cuenta su experiencia, y la variedad y calidad de plumas que ofrece en su tienda), ya estaba convencido de que no podía faltar una en mi colección.

Por cierto que me traje la pluma a casa, y en cuanto llegue a mi domicilio, la entinté y la puse en uso, probándola con dos tintas: primeramente con una Rohrer & Klingner Alt Goldgrun, que tiene un color verde dorado precioso, pero que no se comportó muy bien en mi Lamy, pues a pesar de que el plumín se deslizaba con suavidad sorprendente, produjo algunas interrupciones en el flujo de tinta, y por ende en la escritura.
Creo que este efecto no es ni culpa de la pluma, ni de la tinta, dado que este producto es de excelente calidad. En mi experiencia de muchos años con las estilográficas, he observado que muchas de ellas vienen de fábrica con restos del lubricante empleado en su producción, especialmente en la pluma, y es conveniente un lavado previo con agua, antes de entintarla por primera vez.

Dado mi entusiasmo y apuro por poner en uso esta lapicera, pasé por alto este paso, y es muy probable que la pluma "patinara" por ese motivo.

Cambié entonces por algo más convencional: cargué de un viejo tintero de la famosa serie "Penman" de Parker, en color azul Saphire.

( Nota: Estas tintas Penman, muy populares en los años 1990´s, han sido acusadas de producir algunos problemas de funcionamiento en las plumas, y han sido discontinuadas. Sin embargo, yo las he empleado profusamente en mis plumas, en distintos colores, con excelentes resultados. Los colores me parecen fantásticos, siendo mis favoritos, el verde, el azul, el negro y el sepia. Afortunadamente, aun guardo un tintero de cada uno de estos colores!)

Bueno, con esta tinta azul, descubrí definitivamente a la Lamy 2000 verdaderamente! Un deslizar del plumín muy suave, bien húmedo, con un fluir de tinta generoso, sin interrupciones.






Tengo en uso diario esta pluma, desde hace apenas unas semanas, pero ya me he aficionado a ella.

Muestro algunas fotos, aunque es bien conocida por quienes visiten este sitio. No es necesaria una descripción, por haberse hecho ya varias presentaciones bien detalladas en los foros, por colegas que la poseen. (recomiendo las que hace el Señor Carlos Javier Contreras, autor del hermoso e interesante Blog "Mis Plumas Fuente" por lo detallada)
La presentación que hace este Blog de la versión original, que es la que muestro aqui, puede verse haciendo click aquí: Primera Versión Lamy 2000.
La Modelo 2000 ha sufrido recientemente, algunos cambios menores, y la presentación del Blog referido puede verse haciendo click aquí: Nueva Versión Lamy 2000.

Decir simplemente ( y siempre desde mi punto de vista estrictamente personal, por supuesto) que se trata de una pluma totalmente práctica, funcional, nada de adornos, o caprichos de un diseñador en materia de agregados decorativos. Los anglo parlantes dirían, "a no-nonsense pen".

Una pluma para uso profesional, de trabajo, de uso intenso, que no defrauda por sus prestaciones y fortaleza.

Seguramente, esta pluma no ganará un concurso de belleza, al menos en mi colección. Sigo pensando que no tiene mayores atractivos estéticos, casi diría que tiene -con perdón de sus fans- un diseño aburrido, pero que hay que tenerla en la mano, y fundamentalmente, hay que usarla, para saber que es un purasangre para escribir, escribir y escribir. ¿Qué más podemos pedirle?

Cada detalle de esta pluma, confirma lo que pienso de ella: no es un elemento que "telegrafíe" que es un objeto de lujo, o que diga en voz alta que su dueño gusta lucir productos de marca. Esta es una pluma en la que todo es "perfil bajo". No hay ni símbolos, ni logotipos, ni señal que nos diga con qué marca de pluma estamos escribiendo.






Hasta su clip es ejemplo de discreción: incluye el nombre "Lamy" en letra muy pequeña, en un rincón del clip, donde casi pasa desapercibido, y la palabra "Germany" oculta en la parte inferior del mismo, totalmente fuera de la visión del observador más atento.
Creo que es una pluma para iniciados, para connosieurs, sin alardes, sin pretensiones estéticas. Pura funcionalidad.

Su único adorno: un discreto punto blanco, en el extremo del cuerpo:




Es liviana -quizás demasiado liviana para mi gusto personal- pero muy balanceada, y da gusto tenerla en la mano, y escribir con ella. Ideal para largas sesiones de escritura.

Bueno, decir que no me arrepiento para nada de haberla comprado, así, intempestivamente, sin haberlo planeado antes, sin buscarla, como suelo hacer con mis plumas. Todo lo contrario, me alegra mucho haberla conocido verdaderamente, y haberla comprado.






Creo que después de poco menos de una semana de uso, entendí lo que me quiso decir la vendedora al decirme: "Una colección de plumas, no puede considerarse completa, si no incluye una Lamy 2000". Tenía razón.


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