Estimo que, por su forma y diseño, ha sido producida en los años 1950. Posee un sistema de carga aerométrico, que recuerda al de las famosas Parker 51.
Es de color marrón rojizo, y posee un capuchón roscado, con clip y anillo dorados.
Observándola casualmente, pasa por una vieja pluma fuente común y corriente, pero si la miramos con detenimiento, nos llamará la atención un detalle en su extremo: aloja una pequeña hoja de de corte, de acero, a modo de cortaplumas, que sería muy efectiva para sacar punta a un lápiz de madera y grafito tradicional.
No creo que este adminículo haya sido muy práctico, aún en su época, lo cual justifica que ninguna de las grandes marcas tradicionales de plumas fuente, hayan ofrecido jamás una pluma equipada con una hoja de corte en su extremo.
Es sin duda toda una curiosidad, que ha ingresado a mi colección de manera sopresiva, gracias a la buena voluntad de un buen amigo. Doble fundamento, para considerarla entre mis piezas favoritas, aunque no tenga un gran valor económico.
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Como puede observarse, no tiene nada de especial, salvo que su capuchón muestra el testimonio de unas mordidas. Fueron realizadas por una niña, estudiante de primario, que también empleó esta estilográfica durante el período secundario, produciendo esas marcas, acuciada por el lógico estres inducido por "pruebas" y exámenes. Esta costumbre de morder plumas y lápices, en momentos de preocupación y concentración, mientras se estudia, o se afronta un difícil examen, es bastante frecuente en los niños y jóvenes, a juzgar por la frecuencia con que suelen encontrarse viejos instrumentos de escritura, con estas señales.
El "clip" del capuchón, se encuentra deformado e incapacitado de cumplir su misión escencial, de asegurar a la pluma contra una pérdida accidental, cuando se la lleva en un bolsillo. Todas estas, señales de un uso muy intenso, en manos de una estudiante juvenil, quien atravesó con ella (muy exitosamente, debo decir) mil batallas escolares.
(Bueno... debo admitir que alguno de mis lápices sufrieron esta tortura, y posiblemente, también alguna lapicera!)
Esta pluma Parker 51, llegó a mis manos obsequiada junto con una sonrisa, y la clásica frase "seguro que ésta no la tienes" por mi querida hermana, quien la rescató del olvido, al hacer una limpieza de sus cajones, donde se encontraba guardada e ignorada desde hacía muchos años.
Por esa simple razón, y por los recuerdos que seguramente encierra, la guardo muy especialmente, y es una de mis mayores favoritas!
FIN
¡Ah! Yo tengo una P51 Blue Diamond... Rescatada al fallecer mi abuela de un cajón en el olvido y herencia de mi abuelo, que la usó en su momento. Está en un estado delicado, pero ya estoy con contactos para restaurarla. Es preciosa...
ResponderEliminarHola Papish! Nuevamente muchas gracias por visitar mi sitio, y por tus comentarios.
ResponderEliminarDebo decirte, que eres el primer visitante de este Blog en dejar sus comentarios, y me alegra mucho recibirlos, y te quedo muy agradecido por ello.
Las Parker 51, están entre mis grandes favoritas. Ya verás que muy pronto habré de dedicarles una presentación, como se merecen. Son un verdadero histo en la historia de las estilográficas, y en la historia de Parker en particular.
Las de las series "Blue Diamond" poseen un interés muy particular, por ser series especiales.
No es dificil restaurar una de estas plumas, para un especialista en plumas, y los repuestos se consiguen con relativa facilidad. Ten en cuenta, de que presenten particular atención a conservar su capuchón y "clip" original, donde lleva el pequeño rombo azul que las distinguen.
Verás que es un placer escribir con ella!!
Te envío mi cordial saludo, y muchas gracias nuevamente.
Dr. D.